lunes, 20 de junio de 2011

Los protagonistas de la conquista.

La conquista de América fue realizada en casi su totalidad por empresas llevadas adelante por particulares ya que el Estado (la Monarquía españo­la) no contaba con el dinero ni la gente suficientes para ello. Tras negociar entre ambos se establecía un acuerdo, una especie de contrato, llamado "capitulación" donde se establecía, al igual que en un contrato actual: de­rechos y obligaciones y penas en caso de no cumplir con lo establecido en él. A todo esto se sumaba, en este caso, la autorización por parte del Rey para que el particular "descubra, conquiste y colonice" los territorios ameri­canos.

Al particular le correspondía la tarea de preparar todo lo relativo a la salida desde España y financiar la empresa (si la tarea fracasaba las pérdidas iban a ser para él), además debía conseguir a la gente que lo acompañaría a América.

Si obtenía buenos resultados en su trabajo, además de parte de las riquezas que encontrara en los territorios americanos de los que se apoderara (sólo parte porque el resto debía entregarlo al Rey), recibiría de parte de la coro­na privilegios importantes como títulos de nobleza y se transformaría en autoridad de los territorios conquistados por él, por ejemplo título de "Ade­lantado" .

Pese a todos estos aspectos establecidos en los contratos varios fueron los problemas que se le presentaron al Rey. Muchas veces, los conquistadores en su afán por aumentar sus riquezas, abandonaban las tierras que habían conquistado buscando nuevos lugares por lo que todo el trabajo anterior peligraba, en otros casos se dieron importantes enfrentamientos entre los jefes de la conquista porque no quedaba claro a quién le correspondía tal o cual privilegio o territorio (sobre todo si eran tierras ricas). La gente que los líderes de la conquista consiguieron para sus viajes era incluida en ellos no a cambio de un sueldo sino con el compromiso de que se quedarían con una parte de la riqueza que se encontrara. En general tenían que tener sus propias armas e incluso muchas veces ayudaban económica­mente al líder de la expedición con los pocos recursos que podían tener. Si bien al principio eran reclutados en España, en general en las plazas de las ciudades con propaganda respecto a lo que iban a lograr si se unían a la empresa, luego se fueron formando los grupos en la propia América cuan­do el número de españoles en ella aumentó y cuando se comenzaron a utilizar indígenas para las mismas.

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