lunes, 26 de septiembre de 2011

Forestación en Uruguay

 La explotación forestal


Uruguay posee aproximadamente 8.100 km2 de monte nativo y unos 8.500 km2 corresponden a especies exóticas (en especial de eucaliptos y pinos), las que registran un crecimiento relativamente más rápido que las autóctonas, representando algo más del 4,5% del territorio. La superficie forestal viene aumentando año a año, desde que las fábricas de pulpa de papel son un controvertido hecho en nuestro país y las empresas forestales como Estora Enso o Weyerhaeuser poseen algunos cientos de miles de hectáreas forestadas, que se suman a la superficie forestada de Forestal Oriental y Fymnsa.

En diciembre de 1987 se promulgó la Ley 15.939, de promoción de la forestación "artificial" y de protección al monte nativo. Las ventajas establecidas por la ley y el aumento de la demanda internacional de madera, determinaron la expansión de esta actividad económica. Detrás de este modelo está el interés, estímulo y promoción de algunos organismos y programas de ONU y de bancos multilaterales -como el Banco Mundial- que dieron asistencia financiera al desarrollo de la actividad.

Exoneración tributaria, reintegros parciales de los costos, acceso a líneas especiales de crédito, exoneración de aranceles para la importación de insumos y bienes de capital, son las ventajas que han favorecido el desarrollo de esta actividad que ha captado importantes inversiones extranjeras. Pero se debe tener mucho cuidado y saber regular los impactos ambientales y socioeconómicos de la forestación. Estos grandes monocultivos con especies exóticas, en nuestro territorio aceleran la pérdida de biodiversidad, erosión de suelos y pérdida de recarga hídrica. Además son empleos de carácter zafral con bajas remuneraciones, inestabilidad y malas condiciones de trabajo.

Se viene trabajando fuertemente para evitar esta situación mediante el control de los ministerios de Trabajo y de Ganadería, Agricultura y Pesca.

La producción está dirigida al mercado internacional, en particular para la industria papelera: entre el 70% y el 80% de los cultivos se orientan a la producción de madera pulpable. Como la forestación tiene un retorno recién a los 7 o 10 años como mínimo, implica riesgos, en especial con relación a los precios en el mercado internacional.

Río Negro, Paysandú, Rivera y Tacuarembó son los departamentos que tienen la mayor superficie forestada.