domingo, 21 de agosto de 2011

"Abrir las puertas de la tierra"

Desestimada como camino a las legendarias riquezas anunciadas, la cuenca del Plata tuvo que hallar otro destino. A más de mil kilómetros de la desembocadura de los ríos, Asunción se encontraba aislada y era necesario afirmar el trayecto que la comunicaba con el mar. La tarea se había mostrado costosa en hombres y recursos para España. Sin otro horizonte a la vista, pareció lógico entonces que la misma fuera intentada por los habitantes de Asunción. Fue así que en el último cuarto de siglo se establecieron, río abajo, diversos núcleos poblados. Fue Juan de Garay, otro de los audaces aventureros que participaron en la conquista de las Indias, quien entendió mejor la necesidad de "abrir las puertas de la tierra" a que aludía la documentación oficial para referirse a la fundación de poblaciones entre Asunción y el mar.

Juan Ortiz de Zárate, designado tercer adelantado, llegó al Río de la Plata en 1573. A su muerte, tres años después, Juan de Garay se hizo cargo interinamente del gobierno, extendiendo su radio de acción y consolidando poblados a lo largo de los grandes ríos. En 1580, con poco más de cincuenta familias traídas de Asunción, refundó el abandonado poblado de Buenos Aires.

Dada su excepcional ubicación en el acceso a los grandes ríos, la nueva ciudad pronto se convirtió en llave y vigía de la América española en el hemisferio sur, "la puerta falsa del Virreinato del Perú", como se la llamaba. Pero más pronto aun, significó una atrayente alternativa para el contrabando con los navíos portugueses venidos desde Santa Catarina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario